jueves, 20 de febrero de 2014

CURRÍCULOS EN B


                                                                      Foto: Faro de Vigo

La búsqueda de trabajo se ha convertido en una empresa más difícil que la de encontrar la aguja perdida en el pajar. La sequía laboral está cómoda y mucho me temo que se quedará un tiempo entre nosotros. La tan manida expresión de la luz al final del túnel habrá que cambiarla porque al parecer las eléctricas, con sus millonarios beneficios, nos la han cortado.
Siempre se ha dicho que hay que saber venderse para conseguir un trabajo y, por su puesto, ser activo ya que “ninguna empresa te va a venir a buscar a casa”. Para ello lo fundamental es confeccionar un currículo que no es otra cosa que un documento en el que te desnudas desde el punto de vista de tu experiencia laboral y de formación ante un desconocido. Hoy en día estos “Stripteases” están más demodé que aquellos primeros desnudos de las revistas eróticas de la transición. Lo más seguro es que terminen en la papelera o se guarden en un cajón, en esa especie de limbo en la que descansan abandonados entre las cajas de las grapas y los clips.
La situación es tan grave que, en los últimos años, los demandantes de un puesto de trabajo se decantan por realizar un “photoshop” que oculte parte de sus atributos por miedo a asustar al director o directora de recursos humanos. Según un estudio de la empresa de trabajo temporal, Adecco, realizado en 2011, entre un 5 y un 10 por ciento de los demandantes de empleo ocultan información en los apartados de formación y experiencia. Hablamos de “currículos en B”, como esos dineros que duermen en la oscuridad de las cajas fuertes. Tiempo atrás quedan las intervenciones con bótox para ampliar conocimientos y experiencia laboral.
Pero algunos, de estos que escalan puestos gracias a la fidelidad a un líder, se han quedado anclados en el pasado y continúan con su desnudo pasado de moda, con alta dosis de bótox para resaltar unos mediocres atributos, sin que ni siquiera se les mueva un pelo. Quizá esto nos pueda explicar todo lo que está pasando. Es posible que incluso nos ayude a ver algún destello al final del túnel.

Xavier C. Martiñá
 "El blues de lo que pasa en mi escalera". Esa boca es mía (1994) Joaquín Sabina/(Youtube)

No hay comentarios:

Publicar un comentario