La llegada de las cadenas privadas de televisión trajo consigo lo que se llamaría guerra por las audiencias. En aquel momento la televisión en España estaba reducida a los dos canales de Televisión Española y, en algunos territorios, un tercer canal autonómico.
El aumento de la oferta televisiva hizo que se empezara una pelea por el público. Esto llevó a que los contenidos televisivos empezaron a ser rehenes de las audiencias. El buen gusto se guarda en un baúl de los recuerdos cerrado con tres llaves, bajo el interés de la fidelidad de un público que contaba con una oferta desconocida hasta el momento.
Ese mal gusto al que se apuntaron las emisoras ocupó una parte importante de las parrillas televisivas hasta el punto de acuñarse una palabra tan expresiva como “telebasura” para referirse a ese tipo de programación.
Desde el programa que Nieves Herrero realizó sobre el asesinato de las niñas de Alcassèr hasta La Noria han pasado veinte años. Dos décadas en las que este tipo de espacios han ido evolucionando pero sin abandonar el tufo que los acompaña.
Si nos asomamos a las pantallas observamos que hemos abandonado a los grandes comunicadores por madres o hijos de cantantes, ex esposas de toreros, ex concursantes de programas de difícil digestión o personajes con un pasado poco claro. Todos opinando sobre cualquier cosa sin contrastar, en la mayor parte de los casos, la información. Aún así hay cosas que no se deben sobrepasar y hoy la programación de la televisión se encuentra muchas veces más allá del límite de la ética. Un ejemplo lo tuvimos hace unos días en La Noria. En ese espacio se entrevista a la madre de "el Cuco", uno de los implicados en la desaparición de Marta del Castillo, previo pago de 9.000 euros por parte del programa. En ese momento muchos se echaron las manos a la cabeza, algunas empresas retiraron la publicidad del espacio y su presentador, Jordi González, realiza una defensa a ultranza de la libertad de expresión, mostrando a La Noria como un programa en el que se escucha a todo el mundo. Patético, sobre todo cuando se está pagando a la madre de un supuesto delincuente. Pero lo más triste es que una semana después el programa consiguió una excelente audiencia. Creo que en este momento veo un poco más claro que la gente está tan acostumbrada a ver basura que está ya vacunada contra los olores putrefactos.
Hola Javier, optas por un fondo negro y eso ayuda a la concentración a le hora de leerte. Tal vez la foto de cabecera sea demasiado grande, aunque es muy hermosa, sin duda. La inclusión de textos en gallego puede restarte oportunidades de lectura fuera de allí, aunque se entiende bien. Echo en falta mejor legilibilidad a la hora de leer el texto debido a un interlineado pequeño, pero por lo demás me gusta el blog
ResponderEliminar¡Ánimo!
www.oscarsanudo.blogspot.com
Xavier,
ResponderEliminaren primer lugar, enhorabuena por tu blog. Me gusta la elección del fondo negro con las letras en blanco. Para facilitar la entrada en materia y la lectura, quizás sería conveniente reducir el espacio de la cabecera y optar por reducir la longitud de las líneas de texto mediante, por ejemplo, algún elemento gráfico.
Salu2
Luisma
Muy buenas Xavier! Enhorabuena de entrada por tu blog. Me encanta el título y lo que significa. Quizás la foto la convertiría en una cabecera de apenas unos cinco de largo y que no dejase ese espacio negro vacío a la derecha.
ResponderEliminarEn cuanto al texto, le pondría al menos sangrías de entrada y lo "justificaría".
Por lo demás, el contenido me gusta. Y los textos críticos con el periodismo, más;-) Sobre todo los que nos llevan a eses callejón sin salida del "qué fue antes, el huevo o la gallina?"
Un saludo, http://deciceros.tumblr.com
Hola, Xavier. Está muy bien el blog, quizá falte alguna fotografía o elemento gráfico. Sobre la basura, decir que a muchos les gusta buscar en los contenedores. Saludos.
ResponderEliminar